Dos días sin granadas, y no por falta de ellas, Como siempre
el reloj, cada minuto que nos presta nos roba el pasado, es así no podemos
hacer nada, por eso no numero cada uno de los hallazgos en esta aventura, ¿se
cuentan los besos de tu amada? no, solo se disfrutan y se guardan en el
corazón.
Mis granadas no son un trofeo, cuando encuentro alguna trato
de buscar su historia, su significado, el brillo de los ojos de su autor o
autora cuando las concibieron o simplemente cuando las colocaron, si de
elementos urbanos se trata.
Pero tampoco quiero que el tiempo me impida presentarlas y
hoy os traigo una, de la Catedral de Lichfield en Inglaterra os traigo un
precioso cáliz.
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