viernes, 24 de noviembre de 2017
La Unidad del Estado de Rosso Fiorentino
"La unidad del Estado" de Rosso Fiorentino, 1536, Fontainebleau, Galería de Francisco I.
El autor ambienta la escena en una ciudad antigua. El rey Francisco I centra la escena, viste una coraza romana, su cabeza está adornada con laurel, es un nuevo César, triunfador en sus campañas. Él sostiene en su mano izquierda una granada, símbolo de la unidad de su reino, de la concordia; sus granos crecen bajo la misma corteza.
A su alrededor personajes vestidos de romanos y galos, soldados, juristas, filósofos, campesinos,… Alguien, aparentemente un filósofo, habla con el rey, el pintor refleja con la postura firme del rey y su mano derecha la autoridad del rey en la conversación.
Esta alegoría ilustra la voluntad del rey Francisco I de garantizar un estado unificado.
Algunos ven en los cuadros de Rosso Fiorentino mensajes de un alquimista, de un seguidor del hermetismo, recordaré que para el hermetismo la granada es el fruto de la ciencia del fuego, basta comprobar el color de sus semillas; Nicolás Flamel veía en la granada el triunfo del sabio y del científico. El emblema de Francisco I era la salamandra, el animal que vive en el fuego, su lema “nutrisco et extinguo”, literalmente “alimento y apago”, en el Castillo de Chambor podremos ver una imagen de su emblema, la salamandra arroja maíz en lugar de fuego, la prosperidad y el poder supremo.
Se me olvidaba, Rosso Fiorentino (Florencia 1494 - Fontainebleau 1540) fue uno de los creadores del manierismo florentino, algunas de sus obras siguen sorprendiendo hoy día, os adjunto el Descendimiento de la Cruz pintado en 1521 que podremos ver en Volterra (municipio de la Toscana), una imagen trágica en la que nos sorprenden las acrobacias en las escaleras de unos extraños personajes, reunidos en torno al cuerpo lívido e indefenso de Jesús, el movimiento apasionado de una Santa mujer de rojo y transida de dolor, aferrada a las rodillas de la Virgen, mientras que un san Juan desesperado se mantiene discretamente apartado con la cabeza entre las manos.
La búsqueda de granadas me hace imposible decidir que visitar, Fontainebleau, Chambor, Volterra,… claro que posiblemente me contentaré con ver la Torre de los Lujanes de Madrid donde el rey que soñaba con ser emperador estuvo preso tras su captura por las tropas de Carlos I en la batalla de Pavía (1525)
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