Fátima Ronquillo, pintora de origen filipino, se trasladó a
Texas (EEUU) con solo diez años desde entonces se recuerda metida en la
biblioteca copiando las reproducciones de los grandes maestros clásicos de los
libros de arte.
Autodidacta en su formación gran parte del encanto de los
protagonistas de tus retratos reside en el halo de misterio que los envuelve.
En particular en el ojo de amante que reproduce en muchas de ellas.
De ella he escogido Perséfone, diosa de la Primavera,
raptada por Hades y que regresa al reino de éste tantos meses como granos comió
de la granada, cuatro o seis; durante esos meses el invierno cubre la tierra y
las plantas no florecen, vuelve a la tierra en Primavera y las flores florecen
y la tierra se vuelve fértil de nuevo, dada la alegría de su madre, Démeter, al
recuperarla.
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