Con motivo de la conmemoración del V centenario de la muerte
del Conde de Tendilla (1440-1515), primer Alcaide de la Alhambra, el Patronato
de la Alhambra ha diseñado una excelente exposición rememorando la importancia
que este personaje tuvo para Granada y la Alhambra.
Entre las muchas obras presentadas en los diversos ámbitos
de la exposición quiero señalar una, aunque todas sean excelentes, el retrato
de Iñigo López de Mendoza, conde de Tendilla, realizado por Juan Bautista de
Espinosa (ca. 1584-ca. 1641) y me mueve a señalarla la granada sobre la que se
apoya.
Se ha dicho de este autor que su estilo pictórico se
caracteriza por la rotunda construcción de la figura y la minuciosidad de los
complementos del escenario, logradas mediante la nitidez del dibujo que define
los contornos, la luz uniforme y el colorido intenso, rasgos propios de un
pintor formado en la tradición estética del Manierismo italiano e influido por
el retrato de la corte de Felipe II, en la imagen que reproduzco podéis
comprobarlo.
La obra que se cita como original del autor se dio durante
mucho tiempo por desaparecida conociéndose solo por los dibujos realizados a mediados
del siglo XIX por Valentín Calderera (en la Biblioteca Nacional de España) y Francisco
Díaz Carreño (en el Museo del Prado) que reproduzco.
De la obra de Juan Bautista de Espinosa se conservan muy
pocos cuadros, quizás el más famoso de ellos sea su Naturaleza muerta con
objetos de orfebrería, 1624, óleo sobre lienzo, actualmente en la Colección
Masaveu de Oviedo.
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